
¿Tenemos que aplicar frío o calor para aliviar los síntomas de las hemorroides?
Esta parece ser la eterna pregunta. Y no me extraña que la gente esté confundida. Existe un gran debate en internet sobre la temperatura del agua a la que uno se debe poner en remojo si tiene hemorroides.
Pero, como tantas cosas en la salud anal, el debate no está fundamentado en ningún estudio científico, sino en lo que le parece al pseudoexperto de turno.
Hay quienes abogan ponerse hielo para desinflamar las hemorroides.
Has leído bien.
Hielo para las hemorroides.
H-I-E-L-O
El que escribe esto se ve que nunca le ha dolido el ano. O que, si le ha dolido, nunca se lo ha tratado con hielo. Me gustaría que la gente probase primero los remedios antes de recomendarlos.
Que si tienes hemorroides trombosadas te pongas hielo en la zona dicen. Que “es uno de los mejores remedios contra el dolor intenso de las hemorroides” afirman.
Te proponen poner hielo picado en una bolsa, taparlo con un trapo y sentarte encima. Y luego aguanta unos 15 minutos.
Esto me imagino que solo funcionara para los amantes del estoicismo que pretenden aguantar el dolor sin quejarse. Para el resto de mortales, será una especie de tortura. Algo parecido a que te claven un palillo por debajo de las uñas. Yo no tendría particular interés en probarlo.
La teoría es que el frío produce una vasoconstricción de las venas hemorroidales (se reduce el tamaño de esas venas), lo que hace que se desinflamen.
Lo que hay que explicarle a estos gurús torturadores es la fisiología del canal anal, porque parece que se la han pasado por alto.
Lo que duele en las crisis hemorroidales o las trombosis no es el tamaño de los vasos sanguíneos dentro de las hemorroides, es que cuando aumentan de tamaño estiran la piel perianal en poco tiempo. Esta piel es extremadamente sensible, por lo que duele mucho. Pero si van creciendo poco a poco no se produce este efecto. Por eso puedes tener las hemorroides como coliflores y no tener nada de dolor.
Hasta ahí los torturadores quizás estén de acuerdo conmigo. Nunca lo sabremos.
Lo que se han pasado por alto es que ese dolor anal hace que el esfínter anal interno se contraiga de forma involuntaria. Es el único mecanismo de defensa que tiene nuestro ano cuando algo le duele. Esa contracción (o hipertonía) genera a su vez dolor.
Se genera un terrible círculo vicioso de dolor – hipertonía – más dolor. Lo mismo que pasa en las fisuras.
Para más inri, que esté contraído el esfínter hace que no se puedan vaciar este tejido vascular de las hemorroides, cuyo drenaje está dentro del ano. Como si cerrasen la manguera. Se quedan esas hemorroides llenas de líquido lo que hace que tengas dolor mucho más tiempo.
¿Qué pasa si le ponemos frío a ese esfínter? Lo mismo que pasa en cualquier otro músculo del cuerpo: se contrae.
A mayor contracción, más dolor y peor drenaje de las hemorroides.
La misma teoría aplica a la hora de hacer baños de asiento con agua fría para las hemorroides.
Pero, aunque no supieses nada de teorías, fisiologías o anatomías, ¿te apetecería darte un baño de agua fría cuando te duele algo? ¿Duchas frías cuando estás tensa?
¿No te relajaría más un buen baño con agua calentita? (Abstenerse de contestar las del estoicismo).
Que yo sepa los jacuzzis no se llenan con agua helada. Porque cuando vas a un spa lo que quieres es salir relajada.
Pues el mismo sentido común aplica para el ano. Los baños de asiento con agua caliente relajan al esfínter anal.
Necesitamos más relajación y menos tensión. En la vida y en el ano.
Y esto no lo digo yo ni mi sentido común. Resulta que se han hecho hasta estudios sobre el tema.
Uno de estos estudios trataba de meter en remojo a diferentes temperaturas a las personas mientras se le hacía una manometría anorrectal (que es la prueba para medir la tensión de los músculos del ano). Se vio que cuando se metían en baños de agua caliente (a 40ºC) se reducía la presión del esfínter anal no solo mientras estaban metidos en la bañera, sino hasta 25 minutos después de haber salido. Esta relajación del esfínter fue mayor entre más contraído estuviese al principio: justo en los pacientes que tenían hemorroides sintomáticas, fisura anal o dolor anal inespecífico. Los mismos que acuden a las consultas de proctología.
Y el músculo no solo se relaja con agua caliente, sino también con calor seco cerca del ano como se vio en otro estudio.
Si buscas un término para parecer más culta cuando lo cuentes en la siguiente reunión familiar, que sepas que a este efecto se le llama relejo somatoanal.
Ah, ¿Qué tu no hablas de los reflejos anales en tus comidas familiares? Pues no he dicho nada entonces.
Ahora bien, ¿quiere decir esto que sumergiendo esta zona tan sensible en agua calentita vas a olvidarte para siempre del dolor anal y volver a vivir una vida plena en un mundo de arcoíris y flores?
Vale que no tenemos ensayos clínicos randomizados que comprueben que el dolor mejora al hacer baños de asiento, pero la gente parece estar más satisfecha al hacerlo . Por eso lo seguimos recomendando.
No se pierde nada por probarlo. Si te funciona sigues y si no, lo dejas.
Entonces para hacer los baños de asiento, ¿a qué temperatura tienes que poner el agua? ¿Es mejor el frío o el calor para las hemorroides?
Yo lo tengo claro. Prefiero estar el jacuzzi que no darme un chapuzón en aguas finlandesas.