Consulta de coloproctología
De verdad, no todo son hemorroides
Consulta de coloproctología
De verdad, no todo son hemorroides
Si me diesen un euro por cada vez que viene un paciente a mi consulta de proctología a decirme que su problema es por culpa de las hemorroides, estaría escribiendo esto desde un yate en las Maldivas.
Parece que todo lo que pasa «ahí abajo» es por culpa de las hemorroides.
Da igual lo que sea… Picor… Sangrado… Dolor… Estreñimiento
Pero yo hasta me alegro que me vengan diciendo que tienen problemas de hemorroides. Porque al menos han tenido la valentía de consultarlo.
Sigue siendo un tema tabú.
Y muchas personas lo consultan muy tarde. Cuando la única opción es la cirugía. ¿Eres una de esas personas que dejas tu salud para el último momento?
Un proctólogo. O quizás mejor una proctóloga.
¿Qué es la proctología?
La proctología es la rama de la cirugía general y digestiva que se encarga del diagnóstico y tratamiento de las enfermedades del final del tubo digestivo: recto y ano. Si, de todo eso que te pasa «ahí abajo»: hemorroides, fisura anal, fístula y absceso perianal, sinus pilonidal, condilomas, pólipos.
Y aunque en teoría la proctología incluye también la incontinencia anal y el estreñimiento de salida, no todos los proctólogos tienen interés o experiencia en este tipo de problemas.
Unir los conocimientos en la patología del suelo pélvico con la proctología es un arma muy poderosa para llegar al origen de estos problemas.
Pero no te asustes. Que seamos cirujanos no quiere decir que todo se soluciona con cirugía.
Por eso insisto tanto en tener un diagnóstico adecuado. Puedes tratar la causa (como el estreñimiento) y ahorrarte las consecuencias (como las fisuras)

Ahorra cirugía proctológicas innecesarias
Pero si te tuvieses que operar, que sepas que el panorama ha cambiado mucho en los últimos años. Te cuento algunas de las nuevas técnicas que tenemos disponibles.

LHP
(Laser Hemorrhoidoplasty)
En la hemorroidoplastia láser se utiliza una fibra láser para coagular los vasos sanguíneos dentro de la hemorroide para disminuir su tamaño y fijarla al esfínter, evitando su prolapso. Al dejar la mucosa que la recubre intacta, no afecta la sensibilidad del canal anal y su función en la continencia. Mucho menos doloroso que la cirugía tradicional.
FiLaC
(Fistula-tract Laser Closure)
Gracias al uso de una fibra láser se puede cerrar las fístulas perianales por dentro, sin necesidad de dañar los esfínteres anales y por lo tanto sin alterar la continencia fecal.
SiLaC
(Sinus pilonidalis Laser Closure)
Es un tratamiento poco invasivo para cerrar los sinus pilonidales por dentro, evitando las grandes incisiones tradicionales y las largas semanas de curas.

VAAFT
(Video Assisted Anal Fistula Treatment)
Este procedimiento consiste en una cámara muy pequeña que se introduce dentro de las fístulas anales para ver todo su trayecto, poder limpiarlas y cerrarlas por dentro. Tiene la gran ventaja que las molestias en el postoperatorio son mínimas. Es muy útil en las fístulas complejas ya que no daña los esfínteres anales.
EPSiT
(Endoscopic Pilonidal Sinus Treatment)
A través de una cámara muy pequeña podemos explorar el interior del quiste pilonidal, limpiarlo, remover los restos de pelos y cerrarlo por dentro. Solo necesita una pequeña herida y casi no produce dolor
Botox
La toxina botulínica se utiliza para ayudar a cicatrizar las fisuras anales produciendo una parálisis temporal del esfínter anal. Al contrario de la cirugía tradicional en la que se cortan fibras del esfínter, el efecto del Botox solo dura unos meses, por lo que no hay riesgo de incontinencia fecal permanente. También puede usarse para hipertonías del suelo pélvico como ocurre en el síndrome del elevador

¿Tienes hemorroides o ya no lo tienes tan claro?